Para no andarnos por las ramas, hay vida más allá del típico cuestionario de preguntas sobre el libro de lectura leído en clase. No digo esto para menospreciarlo, en absoluto, pues un buen cuestionario que ayude al estudiante a reflexionar sobre temas recogidos en la lectura es estupendo; la cosa cambiaría si las preguntas fueran del tipo: ¿cómo se llama el hermano del padre del amigo del protagonista? Ahí ya... mejor lo dejamos, vamos a quedarnos con el buen sabor de boca de la reflexión que puede ayudar al alumno a crearse sus propias ideas, defenderlas y cuestionarse todo lo que le rodea.
Ya que estamos en esta nueva era TIC vamos a echar mano de los recursos que nos ofrece. Nos puede servir el mismo blog u otras redes, pero aquí dejo algunos ejemplos en vídeo. En el primero una alumna hace una reseña espontánea del libro que ha leído y en el segundo se escenifican diferentes fragmentos del libro. Estas son dos muestras pero con ayuda de una cámara podríamos enfocar el libro desde diferentes perspectivas y explotar varios aspectos y además, los alumnos estarían más entusiasmados.
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